Estación de Vilches. |
Espacios que se comunican en un mundo en el que viajar es cada vez más imprescindible, tener la posibilidad de hacer el trayecto mientras uno trabaja o descansa o dejarse llevar hasta quién sabe qué destino por los raíles inequívocos del tren... Es lo que posibilita la estación de Vilches a los ciudadanos de las Nuevas Poblaciones que hoy, por ejemplo, no quieran viajar en coche o que mañana, quizás, no quieran arriesgarse a sufrir un atasco o a conducir bajo una lluvia intranquila, incluso en el caso de que sea el conductor del autobús quien lleve el volante. Pero...“los ciudadanos tenemos la sensación de que el tren agoniza, de que si no se produce una reacción colectiva e inmediata, el tren muere a su paso por Vilches”.
Así que la posibilidad de que esta estación, también de riqueza patrimonial, desaparezca después de años de abandono por parte de las administraciones, es lo que ha unido a los ciudadanos de las Nuevas Poblaciones que preparan una gran manifestación para exigir al grito de "Qué no perdamos nuestro tren" y "En defensa de la estación del tren de Vilches y comarca" en una manifestación que será el próximo viernes, 11 de febrero.
La convocatoria, a la que estás invitado, se puso en marcha por la recientemente constituida asociación vecinal Cubo de la Villa, que nació con el objetivo de preservar el casco histórico de Vilches. Y es que la riqueza histórica y patrimonial de la estación tampoco es “pecata minuta”. De hecho, tal y como explica, por ejemplo, la web del Ayuntamiento, la estación destaca “en cuanto a arquitectura decimonónica, cuya marquesina sobre el andén se construyó inicialmente en madera, aunque posteriormente se sustituyó por otra de hierro”, una estación con una historia de más de 150 años de existencia
Más incomunicados
El portavoz de la asociación vecinal Cubo de la Villa, de Vilches, Juan Alonso Cózar, ha señalado que “creemos que a una comarca ya de por sí incomunicada, se le cierra una puerta más a su desarrollo social y económico” y asegura que “nuestra estación, que desde hace años viene padeciendo sucesivas supresiones de trenes, se está convirtiendo en un mero apeadero. Se trata de un hecho inaceptable en los tiempos que corren, más aun considerando el volumen de población al que atiende la estación de Vilches como enclave de comunicación y único punto de referencia”, ha subrayado Cózar.
Es más el pasado mes de diciembre, los grupos municipales socialista, Izquierda Unida y Partido Popular del Ayuntamiento de Vilches presentaron a pleno una moción que exija la “inmediata solución” a los problemas creados por la implantación del servicio itinerante de circulación, como por ejemplo, que no se expidan billetes, el cierre de la misma en fin de semana, que los viajeros permanezcan a la intemperie a la espera de un tren que llega con un retraso desconocido o la vía concreta en la que hará parada cada tren, siendo ésta una situación “especialmente peligrosa”, apunta el portavoz.
Los Episodios Nacionales
En internet se ha creado una avalancha de argumentos para defender la estación, más allá de los méramente prácticos y de comunicación. Entre ellos destaca la simbología del tren en la historia ferroviaria del país o, sencillamente, en su enorme legado de referencia o literario... Así, hay quien reproduce recortes de periódicos en los que aparece su origen, su trascendencia, el glamour de sus pasajeros o, por otra parte, su presencia en obras tan importantes como “Los Episodios Nacionales”, de Benito Pérez Galdós. A continuación reproducimos el extracto colgado en la red:
"En la noche del mismo día salió de Madrid don Nicolás metido dentro de una zafra de aceite sin aceite, en un furgón precintado del tren de mercancías, con tan menguada velocidad que tardó en llegar a Vilches veinticuatro horas. El Gobernador de Ciudad Real, Plácido Sansón, amigo y paisano del héroe, le esperaba por orden del Gobierno en una de las estaciones de la línea, al paso del tren de viajeros, con la fuerza de la Guardia Civil que había de detenerle. Supónese que se alegró mucho de no encontrarle... A las diez de la noche, antes de llegara Vilches, paró el tren de mercancías para que se apeara el hombre facturado en la zafra de aceite. Hallose el tal en un despoblado, donde se le unió Virgilio Llanos con la formidable partida que debía iniciar el movimiento: una doce de hombres, ocho de los cuales eran procedentes de Madrid. Dos horas después ya no existía el puente de Vadollano...".
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