Cuando el equipo de urgencia de La Carolina llegó a Despeñaperros, en la a-4, ya no había solución para el camionero de más de cincuenta años que aún se encontraba en el asiento delantero de su camión: había muerto y había conseguido justo antes quitar su camión del principal carril de la autovía. El viaje hacia Alemania era uno de tantos que emprendía este profesional del volante que vivió sus últimos segundos conduciendo y que, tal y como explica Ideal –periódico que avanzó la noticia- “tuvo fuerzas para evitar la tragedia y sacar el cambión de la carretera” justo cuando un infarto le sobrecogió para acabar con su vida.
El equipo de emergencias de La Carolina llegó al lugar de los hechos encontró un cambió ocupando parte de la uno de los carriles, el de la derecha, y parte del arcén. El conductor había dejado así su camión antes de morir. Nada pudieron hacer por recuperarlo, aunque intentaron mil técnicas. El cuerpo ya estaba inerte.
La esposa del camionero, que le acompañaba en el viaje pero dormía en el momento de los hechos, contó entonces que ella había estado intentando parar coches durante un largo tiempo, tras ver a su marido inconsciente, pero que fueron muchos los que pasaron por su lado sin detenerse. Finalmente, fue otro camionero quien la ayudó y ambos avisaron a los servicios sanitarios que se desplazaraon hasta el punto kilométrico 259,6 de la carretera, en término municipal de Santa Elena. La hora: cerca de las seis de la mañana.
La mujer, no sufrió ningún daño físico aunque estaba alterada y fue atendida por los servicios de urgencias carolinense. Su marido acababa de morir de un infarto, por “parada cardiorespiratoria, a falta de los datos de la autopsia”.
Tal y como detalla el citado periódico técnicamente, “al ser el fallecido conductor profesional, es un accidente laboral”.
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