Hasta dos años de cárcel por envenenar a un lince

Los primeros acusados que sentarán en un banquillo por matar a un lince ibérico se enfrentan a la máxima pena posible para estos delitos, es decir, 2 años de cárcel. Todo apunta a que el animal comió cepos envenenados que habían sido colocados estratégicamente para aniquilar a aquellos animales que trataran de atacar a las gallinas de los ahora juzgados.

Bornizo era un lince ibérico macho, de cinco años,  que dejó de moverse el 17 de octubre de 2008, tal y como describe Diario Jaén en un completo artículo que puedes leer aquí. Pues bien, fue encontrado muerto en las inmediaciones de un gallinero, ubicado en el paraje denominado “Dehesa del Pilar”, en la zona de las Viñas de Peñallana, muy próximo a los límites del Parque Natural de la Sierra de Andújar. Debido a pruebas genéticas, el fiscal acusa a los propietarios  de la finca del delito, ya que quedó probado que uno de los de cebos envenenados encontrados en las inmediaciones de la finca fue la causa de la muerte del lince.

Según el Ministerio Público, los dos acusados impregnaron varios trozos de carne de pollo y de sardina con Aldicarb, un producto muy tóxico prohibido desde 2008.  Además, el Seprona intervino otros nueve cebos de similares características en las inmediaciones de la granja y algún otro animal muerto como un zorro.

Muerte valorada en 115.000 euros

Recordemos que el lince ibérico es una animal protegido por estar en peligro de extinción y desde diversas instituciones andaluza se hacen grandes esfuerzos e inversiones, como el conocido Proyecto Life, para salvar a un especie que sólo cuenta con 200 ejemplares en Sierra Morena. Pues bien, otro dato llamativo es la valoración que se hace del lince fallecido. Los biólogos del Proyecto consideran que esa muerte cuesta más de 115.000 euros.

18 meses por envenenar a un quebrantahuesos

El juicio, que se celebrará en juzgado de lo Penal, está todavía pendiente de fecha. Solo se conoce un precedente similar en Andalucía. Un ganadero de Castril aceptó 18 meses de cárcel por envenenar a un quebrantahuesos liberado en la Sierra de Segura.